Reconceptualizando la experiencia

marzo 9, 2010

Innovaciones y estabilizaciones de la cultura científica moderna

Filed under: Uncategorized — Aleix Mercadé @ 2:07 pm

El modo de producir innovaciones de la cultura científica moderna se caracteriza por una clase de científicos que basaban su ejercicio en la experimentación. Respecto al modo de experimentar anterior, el número de experimentos se reduce lo máximo posible. Ya no se trata de hacer muchos experimentos diferentes sino hacer uno o muy pocos. Es decir, se trata de buscar el experimento crucial. Eso sí, el experimento, como si fuera una demostración matemática, debía estar perfectamente controlada mediante instrumentos de cálculo y medida, y su resultado debía ser lo que se quería demostrar. Es visible, pues, la similitud del experimento con la teoría. Los instrumentos, a la vez, eran perfeccionados mediante esta forma de operar. Así pues, matemáticas y mecánica están relacionados así de forma especial: las matemáticas se convierten en mecánicas, lo cual permite explicar cualquier fenómeno físico. La explicación tan sólo depende de su capacidad metrizante.

El proceso de teorización de la balística de Tartagli supone un buen ejemplo. Experimentaba disparando proyectiles para saber qué ángulo era el mejor para que éstos llegaran lo más lejos posible. Con ello quería probar ciertos teoremas sobre el movimiento de los proyectiles y así, poniendo en crisis a Aristóteles, definió el movimiento parabólico como la suma del movimiento uniforme y la caía uniformemente acelerada.

La relación entre teóricos y artesanos se caracteriza por el trabajo de los teóricos cuyo ocupación consiste en la Construcción del instrumento a partir de un criterio refinado a base de experimentar y teorizar. La teoría servía a los artesanos para que evitaran errores contraproducentes y pudieran mantener la coherencia entre su obrar y el límite natural de la ley de la causa y efecto, por ejemplo, como ocurrió con la ilusión del movimiento perpetuo

Los trabajos sobre óptica y astronomía se hicieron a partir del desarrollo de las lentes de Galileo. Lo mismo ocurrió con el reloj de péndulo de Huygens el cual fue un instrumento básico para el desarrollo de la mecánica teórica y práctica. Galileo y Baliani, buscando cómo solucionar la elevación del agua en minas profundas, llegaron a inventar, gracias al estudio y a la identificación del problema con la presión atmosférica, bombas de agua que crearan el vacío y así tuvieran suficiente impulso. Torricelli, buscando esclarecer si el espacio estaba formado de materia sutil o de vacío, inventó el barómetro y la bomba atmosférica.

La imprenta permitió que las obras de Galileo, Tartaglia, Newton, Lutero, etc. Configuraran, a nivel nacional y continental, un nuevo panorama cultural, como por ejemplo ocurrió con el protestantismo. La información se hizo más accesible y ello supuso que la cultura estuviese más y mejor unida. La mecánica se concebía, por culpa de la tradición metafísica estabilizada en la religión, como algo antinatural. El paso, pues, era naturalizar la mecánica para llamarla Física El interés por un método común iba a ser una de las características de esta época. La búsqueda de la unidad quedó paradigmáticamente ejemplificada en Newton cuando consiguió, con unos pocos principios, unir la mecánica celeste de Kepler con la mecánica terrestre.

El método experimental, que se hacía directamente para obtener nuevas observaciones, nuevas combinaciones y así producir nuevos efectos, tenía como objeto el descubrimiento de instrumentos mecánicos de objetivos muy concretos. La teoría no era sino una ocupación posterior a la explicación del instrumento para los artesanos. Todo esto configuró un método que una vez estabilizado empezó a hacer producir conocimiento. Por ejemplo, Isaac Newton perfeccionó el telescopio de Galileo y ello supuso el desarrollo de la óptica. Además, descubrió cómo descomponer la luz blanca en siete colores elementales. Se sirvió del método experimental y de su análisis, derivando así tal conocimiento.

Descartes se interesa por un método que asegure la exactitud y la eficacia de los descubrimientos. Leibniz, a diferencia de Descartes, abre el método más allá del individuo encerrado en su cogito y presenta un método común a desarrollar conjuntamente. Así el método se convierte en un objetivo común en el que cada teórico concentrará su trabajo y así tal elaboración se irá convirtiendo en una metodología común. La revolución filosófica lleva a la desconfianza por la filosofía natural pues ésta se basa en el método experimental. Está el problema de la observación pues se interpreta que tiende al engaño. De ahí ,el interés en que las observaciones sean variadas y coherentes entre sí, y que tales observaciones sean lo más fiables posibles, con tal de asegurar la certeza del conocimiento. No obstante, los problemas tendrán que ver con la inducción, la elección de las observaciones, etc. La nueva filosofía iba a solucionar todo esto. Ésta, basada en la deducción, sólo escogía las observaciones que pudiesen controlar y reproducir. Además, aunque Galileo utilizara lentes al utilizar el telescopio y éstas distorsionaran la realidad, la nueva filosofía, mediante reglas, no iba a renunciar a los instrumentos. Todo lo contrario. No obstante, la exclusión del sujeto y su sustitución por los instrumentos iba a asegurar la certeza. Ello implicaba el rechazo de las cualidad secundarias pues tanto eran fuente de error, relativas al sujeto y difícilmente cuantificables.

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